El 27 de julio de 2024, el judoca kazajo Yeldos Smetov alcanzó la cúspide de su carrera conquistando la medalla de oro durante los Juegos Olímpicos. Este logro no solo representa un hito personal para Smetov, sino que también marca un momento histórico para el judo kazajo, consolidando su posición en la élite mundial del deporte.
Trayectoria en París 2024
Desde el inicio de la competencia, Smetov demostró una forma excepcional. Superando a oponentes de alto calibre, mostrando una combinación de técnica y estrategia que lo llevaron a las etapas finales del torneo.
En la semifinal, se enfrentó al español Francisco Garrigós, un rival formidable y campeón mundial en 2021. El combate fue intenso, pero Smetov logró imponerse, asegurando su lugar en la final.
La final lo enfrentó al francés Luka Mkheidze, quien competía ante su público local. A pesar de la presión del entorno, Smetov ejecutó una técnica impecable que le otorgó la victoria y, con ella, la medalla de oro.
Significado del Logro
Este oro olímpico es especialmente significativo para Smetov y para Kazajistán. Después de haber obtenido la plata en Río 2016 y el bronce en Tokio 2020, Smetov completó su colección de medallas olímpicas, demostrando una consistencia y dedicación excepcionales a lo largo de su carrera.
Además, su victoria en París 2024 representa la primera medalla de oro olímpica en judo para Kazajistán, logro que eleva al país en el panorama internacional de judo.
Su Legado
Tras su victoria, Smetov expresó gratitud hacia su equipo y su país, destacando el arduo trabajo y la perseverancia que lo llevaron a este momento. Su triunfo ha inspirado a una nueva generación de judocas en Kazajistán, quienes ven en él un modelo a seguir.
Con 32 años, Smetov ha dejado claro que aún tiene mucho que ofrecer al mundo del judo. Su enfoque ahora se centra en futuros campeonatos mundiales y en la posibilidad de competir en los próximos Juegos Olímpicos, con la intención de seguir representando a su país con orgullo y excelencia
La historia de Yeldos Smetov en París 2024 es un testimonio de la dedicación, el talento y la resiliencia. Su éxito no solo enriquece su legado personal, sino que también fortalece la posición de Kazajistán en el mundo del judo, inspirando a atletas y aficionados por igual.
